Calatañazor

Declarada Conjunto Histórico Artístico, la  villa es un conjunto medieval con una estructura urbana muy sencilla. Una calle empinada forma el eje de la población, en cuyo extremo superior encontramos la Plaza Mayor y en ésta el “Rollo” bajomedieval.

Justo al lado, encontramos la singularidad de un fósil, casi único, conocido como “la Piedra del Abanico”, donde apreciamos huellas de troncos y hojas de una palmera, y el Castillo, cuyo origen se remonta al Siglo XIV o XV, aunque la aparejación de algunas piedras de la torre del homenaje, nos hacen pensar que su origen es anterior.



Rollo Jurisdiccional  o Picota
Data de 1751. Es de planta octogonal.


Rollo jurisdiccional visto desde la casa


Nuestra Señora del Castillo-Museo
Iglesia de origen románico de una planta. En el interior destaca la pila bautismal románica del S XI, además del retablo atribuido por varios autores a Juan de Juni.


Iglesia-Museo Nuestra Sra. del Castillo.


Ermita de la Soledad
Situada extramuros de la población de origen románico.


Ermita de la Soledad


San Juan Bautista
Edificio románico en ruinas donde sólo se conservan en pie la caja de los muros, situado casi enfrente de la Ermita de la Soledad.



Ruinas de San Juan Bautista


Necrópolis
Tumbas antropomorfas del S. X, excavadas en roca granítica.






Piedra del Abanico
La Piedra del Abanico procede de la placa del otro lado del barranco, aunque podría haberse encontrado en el propio pueblo. En ella han quedado fosilizadas huellas de troncos y hojas de una palmera.







Castillo
Lo que aún perdura de castillo, y que hoy podemos contemplar, se remonta al siglo  XIV o XV, sin perjuicio de que en la torre del homenaje se distingan algunas piedras aparejadas al modo árabe que hablan de un origen anterior. 









Sabinar de Calatañazor

El Sabinar de Calatañazor es un bosque de sabinas albares que acoge a algunos de los ejemplares más longevos y elevados de esta especie de la península.